jueves, 23 de febrero de 2012

Capítulo 3: Confesiones de noche.

Narra Tom:

¿Cuándo fue la última vez que mi cuerpo tembló al tocar a una mujer? ¿Cuánto tiempo había pasado desde que mi corazón no latía con la fuerza que lo hacia ahora? Mis sentidos despertaron nuevamente, mis ojos vieron nuevamente el color, sentía palpitar mi corazón, los nervios nuevamente salieron a flote.
Después de un año volví a experimentar estos sentimientos, ¿por qué razón? ¿Quién fue el causante de esto? la respuesta estaba frente a mis ojos.
No podía creerlo. La tenía aquí, junto a mí. "Mi pequeña", así solía decirle. Ahora estaba convertida en toda una mujer.
Tiempo, maldito tiempo. Transcurre tan rápido. Me hubiese gustado verla crecer, desarrollarse y verla convertida en lo que es ahora, una hermosa mujer.
Sus ojos que hace algunos segundos atrás me miraba, estaban clavados en la mirada de mi hermano, quien llego en un mal momento.
Pude notar el asombro de Bill. A pesar de que no había dicho nada, inmediatamente pensé en lo que en estos momentos pasaba por su mente.
Con pasos algo torpes, mí hermano se acerco a nosotros.
- (Tu nombre)eres tú, no puedo creer que estés aquí - Bill se abalanzó a ella dándole un abrazo, fue recién ahí cuando solté el brazo de ella.
- Hola Bill a pasado tiempo - respondió ella correspondiendo a su abrazo.
- Por Dios, pero que cambiada estas - exclamó mi hermano mirándola de pies a cabeza con una sonrisa en su rostro.
- Veo que no soy ala única, mírate nada más, ahora eres rubio - sonrió ella tocando un mechón de cabello de Bill.
- Siempre he sido rubio, pero me teñía - rió y giró su cabeza - ¡Georg! - gritó.
No mucho después llego mi querido amigo Hagen.
- ¿Qué pasa Bill? preguntó.
- Mira quien está aquí - dijo indicando a (tu nombre) con sus manos.
- No puede ser... ¡(Tu nombre) eres tú! - exclamó abrazándola - Tanto tiempo, pero como has crecido niña.
Ella solo se limitó a sonreír.
- ¿Qué haces aquí?, creí, bueno, todos creímos que estabas en (tú país) - mencionó Bill.
- Solo... solo estoy de visita, vine a visitar a mi prima, pero no será por mucho tiempo.
- ¿Ya te irás? - preguntó Georg.
- Aún no lo sé - respondió ella algo nerviosa.
- No sabes cómo te extrañé - dijo mi hermano abrazándola nuevamente.
La rabia se había apoderado de mí. Presioné mis dientes con gran fuerza al igual que mis puños. Georg quien estaba frente a mí lo notó. Me miró como diciendo "tranquilo", pero no le tome importancia y salí de ahí.
Caminé hasta la terraza, me senté junto a una fuente que estaba ubicada bajo un gran árbol. Encendí un cigarro y comencé a fumarlo, para poder tranquilizarme.
¿Cómo puede hacerme esto? ¿Por qué la abraza así? Él sabe que aún me importa, que se me ha echo difícil olvidarle, aún así la abraza de esa manera.
- ¿Todo bien? - preguntó Georg sentándose junto a mí.
- Claro, ¿por qué no habría de estarlo?
- Tom, te conozco, sé cuando estás molesto.
- No estoy molesto, es solo que... nada.
- Amigo, puedes confiar en mí - posó su mano en mi hombro- Puedo ayudarte, no le diré anda a nadie.
Boté el humo que había aspirado, miré a Georg y bajé la mirada.
- No puedo... - solté en un suspiro.
- ¿Qué no puedes?
- No puedo olvidarle Georg, y menos ahora que la vi... No sabes la cantidad de emociones que sentí al verla.
- ¿Aún te gusta?
- No Georg, no me gusta - respondí.
- ¿Entonces?
Alcé mi vista y lo miré.
- Me encanta Georg, yo, yo aún la quiero, jamás la he olvidado.
- ¿Y las demás chicas?
- ¿Qué chicas? Ellas solo son para el rato, para divertirme y nada más, no siento nada por ellas.
- Si lo sé - rió - ¿Y qué piensas hacer?
- No sé cuando la vi quise hablar con ella, pero se resistió, ni siquiera quiso mirarme, mierda Georg me siento tan mal - exclame molesto.
- Tranquilo Tom, tienes que ser paciente, sabes muy bien que ella quedó dolida por aquella escena que hiciste con Gabriela.
- Pero lo hice por ella, para que no le hicieran nada - interrumpí.
- Lo sé, pero ella no sabe ¿recuerdas?
- Sí... Quiero decirle la verdad, no quiero ocultar más esto.
- Es mejor que no lo hagas.
- ¿Por qué? - pregunté confuso.
- Hace algunas semanas atrás vi a Caitlin.
- ¿¡Qué!? ¿Qué hace ella aquí? - exclamé alterado.
- No lo sé Tom, pero es mejor que no le digas nada a ( tu nombre). Puede que algún día Caitlin se encuentre con (tu nombre) y no sería bueno, es mejor que no.
- Tienes razón... ¡Diablos! ¿Por qué justo a mí me pesan estas cosas? - tiré la colilla que ya había acabado y lleve las manos a mi cara.
- Tranquilo Tom, yo te ayudaré, solo tenes que ser paciente.
- Es difícil, he sufrido mucho sin ella - reí melancólico - ¿Quién iba a pensar que yo hablaría de esto? Cuando siempre decía que el amor era una porquería.
- Es una porquería para aquel que está con alguien que no ama, pero tú aún la quieres.
- Sí... Deseo poder hablar con ella, pretendía hacerlo, pero justo llegó Bill a interrumpir - apreté con fuerzas mis puños.
- Quizás se emocionó al verla, al igual que tú y yo cuando la vimos.
- No Georg, sé que a Bil aún le gusta, pude notarlo en sus ojos cuando vio a (tu nombre). No puede ser Georg ¿por qué pasan estas cosas?
- ¿Será porque ella es linda? (Tu nombre) es una buena chica, cualquier hombre podría enamorarse de ella.
- Cuida tus palabras Hagen, recuerda que tienes novia - ambos reímos.
- ¿Qué te parece si vamos a visitar a la prima de (tu nombre)? - propuso Georg.
- ¿Para qué? ¿Para pasarnos de copas y comer pasteles? - bromee.
- No imbécil, es obvio que (tu nombre) se está quedando en el departamento de su prima, podríamos, no sé, ¿compartir algo? Así tendrías la oportunidad de hablar con ella.
- Tienes razón -lo miré y sonreí.
- Siempre la tengo - rió.
- ¿ Y Bill? - pregunté.
- No lo sé, quizás aún está con ella.
Me paré inmediatamente. No permitiría que Bill estuviera con ella, y menos los dos solos.
Georg me alcanzó ya ambos volvimos al lugar en donde nos habíamos encontrado con (tu nombre). Ellos ya no estaban ahí, sino que a fuera, sentados en unos sillones, junto con Gustav y la prima de ella.
- ¿Dónde estaban chicos? - Preguntó Gustav.
- Fuimos a comprar unos cigarros - respondió mi acompañante.
Nos sentamos junto a los demás.
Todos hablaban alegremente, más yo solo callaba. En ocasiones respondía a las preguntas que me hacían o solo reía.
Mi atención estaba puesta solo en ella. Cada palabra que salía de su boca me volvían completamente loco.
Todas las miradas que cruzábamos, eran tan especiales para mí. Hacia tanto tiempo que no veía aquella mirada, tan provocativa e inocente a la vez.
Después de hablar un buen tiempo, nos pusimos de acuerdo en ir al departamento de la prima de (tu nombre) esta misma noche. En reiteradas ocasiones se negaron, pero al fin y al cabo aceparon.
Nos despedimos de ellas, aunque al momento de despedirme de (tu nombre), ella se aparto de mí.
Me sentí tan mal, rechazado, poco querido. Fue la sensación más triste que había sentido, una de las tantas en este último tiempo. Mi vida ha sido triste desde que ella dejo de ser mía. Aun que mi corazón, sabe que ella es la única dueña, y ninguna otra mujer podrá ocupar su lugar.
Cuando llegamos a casa, Georg se dirigió a mi habitación, ¿por qué?, no sé.
- ¿Qué pasa? - pregunté.
- Vengo a ayudarte - sonrió.
- ¿Ayudarme a qué?
- Con lo de esta noche, será una pequeña reunión, pero de igual manera, quiero que este presentable.
- Georg, es solo compartir, no tengo una cita o algo así - dije sentándome en mi cama.
- No importa hombre, ahora vete a ducharte, buscaré algunos estropajos para que te pongas.
- ¿Cómo les dijiste? - pregunté molesto.
- Es broma, ya vete a lavarte - me ordenó.
Le obedecí. También quería relajarme, así que estuve un buen rato bajo el agua caliente. No quería pensar en qué le diría a (tu nombre), solo quería que fuera espontaneo, lo único que pedía era que me escuchara.
Una vez que terminé, cerré la llave, envolví mi cintura con una toalla y salí.
Afuera aún se encontraba Georg, sentado viendo televisión.
- Aquí tienes ropa, espero que te guste la combinación.
- Georg... Todo es completamente negro - dije irónico.
- Ya cállate y vístete, en solo media hora más nos vamos.
- ¿Media hora más? - pregunté exaltado.
- Así es, no es mi culpa que te hayas pegado en el baño - rió y salió de mi habitación.
Me sequé bien y me puse el conjunto que me había hecho Georg. Entré nuevamente al baño y lave mis dientes. Apliqué un poco de mi perfume favorito, y favorito también de ella. Bajé las escaleras encontrándome con los chicos, quienes me esperaban.
Nos fuimos en distintos autos. Bill y yo en el mío, Gustav con Georg en el auto de Bill, ya que los autos de los chicos estaban en Alemania.
- Tom, no vayas tan rápido, tengo que ver las direcciones - se quejó Bill.
- Bill, la universidad queda más haya y los departamentos también, así que no molestes.
- Tienes razón, pero aún así no vayas tan rápido.
No mucho tiempo después llegamos a los departamentos.
Hablamos con el portero para que pudiéramos estacionar los autos en el subterráneo. Una vez hecha aquella tarea, tomamos el elevador y subimos al piso numero siete.
- ¿Cuál es el numero de la habitación? - preguntó Georg.
- Es el 45 - respondió Gustav.
Al encontrarlo, tocamos el timbre que estaba a un costado de la puerta. Luego de unos segundos abrió la puerta la prima.
- Me alegro que llegaran - sonrió ella dándonos la pasada.
Nos sentamos en los sofás. Con la mirada busque a (tu nombre), pero no la veía por ningún lado.
- (Tu nombre) fue a comprar bebidas y algunos tragos, no tarda en llegar - comunicó.
- ¿Habrán pasteles? - preguntó Georg.
- Claro que si - respondió ella, todos reímos.
El timbre sonó, era ella quien llegaba con muchas bolsas.
Nos dirigimos a la cocina y comenzamos a preparar lo que comeríamos. Georg y yo fuimos los encargados de preparar los tragos, eramos expertos en ese tema. Pusimos todo en una bandeja y nos dirigimos nuevamente al living. Prendimos la radio y pusimos algo de buena música.
Todo iba bien, reíamos de muchas cosas. Ahora (tu nombre) hablaba más, tanto así que incluso me preguntaba cosas. Su prima me miraba y sonreía.
Ya habían pasado dos horas. Era la primera vez que veía a Bill tan pasado de copas.
- ¡Quiero cantar!... ¡Pon karaoke! - gritó mi hermano.
- ¡Yo también quiero cantar! exclamó Georg.
La prima de (tu nombre) se levantó y colocó algunos CDs. Bill inmediatamente tomó el micrófono.
- Pero esta canción ya me la sé... - rió - Yo mismo la escribí.
En efectivo, la canción era Automatic. A pesar de que estaba pasado de copas y "gritaba" en vez de cantar, le salía muy bien.
Georg estaba sentado y aplaudía. Por otro lado Gustav estaba besándose con la prima de (tu nombre). Sabía que después de todo terminarían juntos. Y (tu nombre)... ¿Dónde estaba?
La busqué con la mirada, pero no la veía por ningún lado.
- Está en habitación - me dijo su prima guiñándome el ojo.
Le sonreí en forma de agradecimiento.
Me paré y deje mi copa sobre una mesa, no había bebido nada. Caminé hasta el pequeño pasillo, encontrándome con cuatro habitaciones. Tres puertas estaban abiertas, así que no dudé y caminé hasta la que estaba cerrada. Tomé la manilla con tantos nervios que se me resbalaba la mano de ella. Tome aire y lo bote lentamente. Abrí la puerta con sumo cuidado, encontrándome con una oscuridad absoluta.
Entré y cerré la puerta. Me quedé quieto un momento para que mis ojos se acostumbraran a la oscuridad. Cuando lo logré, observé todo el lugar. No se veía por ningún lado. El gran ventanal se encontraba entreabierto, supuse que estaría en el balcón.
Caminé hasta ahí, deslicé con cuidado la ventana, encontrándome ahí al ser más hermoso. Con la vista perdida en el cielo, con los brazos cruzados proporcionándose calor así misma, ahí se encontraba mi delirio.
Caminé y me gané a un costado de ella, apoyando mis codos sobre la baranda.
- Es increíble lo infinito que es el cielo - dijo de repente provocando que diera un pequeño salto.
- Así es, y también es increíble todo lo que hay ahí - respondí mirando hacia arriba.
Un silencio se produjo, no era incomodo, al contrario, amaba aquel momento.
- ¿Por qué volviste a Los Ángeles? - pregunté aún mirando hacia el cielo.
- Solo estoy acompañando a mi prima, pronto volveré a mi país.
- No sabes mentir - sonreí - Tienes todas tus cosas aquí, incluso cuadernos, sé que estas estudiando aquí.
- ¿Y si sabes por qué preguntas? - preguntó serena.
- Solo quería oírlo decir de tu boca.
- Has acertado, estudio aquí, creo que me encariñé con la ciudad.
- ¿Solo de la cuidad? - Pregunté.
- ¿A qué quieres llegar? - su voz aún era serena, esta vez giró su cabeza y me miró.
- Creí que también te habías encariñado de tus amigos, digo, Evans te extraña mucho, cada día preguntaba que sería de ti - baje mi rostro y la miré.
Sus ojos, los cuales me veían, habían girado esquivando mi mirada.
- He extrañado a muchas personas - dijo bajando su cabeza - No solo a la ciudad.
- Todos te han extrañado aquí... incluyéndome - susurré.
Ella me miró por un momento, pero rápidamente volteó su cabeza hacia el frente.
- Has cambiado mucho, ya eres toda una mujer - sonreí algo melancólico - Ya no eres una pequeña... Mi pequeña.
Ella me miró. Un pequeño suspiro salió de sus labios.
- Tu... Tu también has cambiado mucho, tu voz ahora es un poco más grave, tu cuerpo a cambiado, debido a los ejercicios, supongo, y bueno, te has dejado crecer la barba.
Reí al escuchar lo que decía, pero no reí de mala forma, sino de lo dulce que era al decirme todo eso.
- Es increíble como ha pasado el tiempo - dije dando un suspiro.
- Y pensar que todo ocurrió hace un año atrás - noté como había sonreído - Fueron momentos increíbles.
- Si que lo fueron - respondí.
- Momentos... que, jamás, se olvidarán - susurró con nostalgia.
Noté como su cuerpo tembló, producto de la helada briza que se hacia presente.
Quizás recibiría un golpe, insultos o qué se yo, pero aún así me acerque a ella y envolví su espalda con mi brazo izquierdo. Ella solo se limitó a mírame.
- ¿Sabes algo? Quizás después de esto reciba un golpe o insultos de tu parte, pero quiero que sepas que... Jamás te he olvidado.
Noté como ella se impresionó al decirle aquello. Giró su rostro para verme. Abrió su boca, tratando de decirme algo, más nada salía.
- Lo... Lo dices porque acabas de verme y te das cuenta de que soy una chica más desarrollada físicamente, que ahora podrás seducirme y luego acostarte conmigo, y lograr lo que haces con muchas más - dijo de una manera tan serena, que temía, era extraño.
- ¿Por qué piensas así? ¿Crees que eso pienso en estos momentos? Pues la verdad es que no. Jamás te olvide, y ahora lo que pienso es que dejé ir a una mujer realmente hermosa, soy un idiota, un completo imbécil.
- No te insultes, destruirás tu ego - rió dulcemente.
- Solo digo la verdad - la miré.
Ella elevó su mirada, encontrándose con la mía. La abracé aún más, apegando su cuerpo con el mío. La miré detenidamente. Por Dios, después de un año podía verla, sentirla, respirar su aroma que siempre me embriagaba. Sus ojos, me miraban de una manera tan única, era difícil de explicar. Sentí como sus brazos rodeaban mi cintura, uniendo completamente nuestros cuerpos. Mis nervios se hacían presentes de una manera impresionante, solo ella era capaz de hacerme sentir así. Recostó su cabeza en mi pecho.
Extrañaba tanto sus brazos rodear mi cuerpo. Me sentía el hombre más privilegiado en ese momento. A pesar de que paso un año y haya cambiado físicamente, su estatura no había cambiado, y vaya que me agradaba, amaba tener a mi pequeña junto a mí. Acaricie tu cabeza, embriagándome con el aroma de su pelo.
"Yo también te extrañé", susurró bajito, pero aún así escuché. Sentí como mis ojos se cristalizaron, fue tan emocionante escuchar aquello. Me agache un poco para besar su frente y nuevamente posar con cuidado su cabeza contra mi pecho.


_____________________________________________

¡Hola chicas! Lamento mucho la demora :c, pero les juro por lo que más quieran, que mi computador está muy malo, con suerte he podido escribir ahora, y creo que fue largo ¿no?... Espero que les guste *-*
No crean que todo es así de fácil como se ve, no, nunca crean en lo que escribo, porque todo cambia muajajaj, no es broma, pero si, todo cambia ñ_ñ Bueno, bueno, espero que les guste. Un saludo para todas mis lectoras, las adoro un montón :]
PD: Esta temporada tendrá muchos capítulos que serán narrados por Tom, y quizás Bill, pero más por Tom y (tu nombre):D

4 comentarios:

  1. :D la verdad si te demoraste :S pero.. es comprensible y aceptable la razon por la cual lo hiciste ... por favor trata de subir pronto :)

    wow! (tn) esta demasiado.. tranquila?... jamas pense un abrazo entre ellos a estas alturas.... :D ya quiero saber que hara Bill, que dira? .. :)
    ok sube pronto porfa porfa! amo el fic!

    PD: aun apoyo a Bill, no sé porq.. Xd

    ok cuidate, küsses!

    ResponderEliminar
  2. wow m nkanto
    zupr el encuentro
    lo ame

    n.n

    ResponderEliminar
  3. Owwwwwww,no puedo creerlo *-*
    Por fin se hablan c:
    No puedo esperar a lo que sigue :DD

    Sube cap prontito c:

    ResponderEliminar
  4. awwwwww mueroooooo
    siguelaa prontooooo esta hermosa la fic ...

    no se xq no puedo comentar en las fics que leo.... solo e mi compu xq en otras siii..
    bueno no se cuando me deje el blogger comentar asi que igual te digoo subeee todos los que puedas yo las seguire aunq no de mi comentarioo hahhah siguelaa prontooo :)
    seria bueno poner chat ahy si podre hahahahha :) bye

    ResponderEliminar